Cuando uno logra alcanzar todas las metas sanamente ambicionadas durante tu vida, comienzas a mejorar tanto tu vida emocional como económica, esta estabilidad, por una cuestión de necesidad social, tiendes a comunicarlo o comentarlo a tu familia, amistades, o en general a tu alrededor que después de todo son partes de algunas de las cosas que ganas a medida que creces, es aquí en donde uno sin querer comenta cosas innecesarias a gente inapropiada.
Series de conductas y actitudes de tu alrededor, te comienzan a demostrar que todas las veces que te decían “espero lo mejor para ti”, era mentira, porque después de lograr todo lo que querías o mas, ya comienzan las miradas distantes o extrañas.
¿Qué sucede con eso?, qué pasa cuando tu quieres compartir tus cosas con la gente que esta contigo, pero las ganas de tener todo lo tuyo y que con solo conductas te lo van demostrando a medida que pasa el tiempo, hacen cambiar todos tus planes, hasta el punto de sentirte infeliz de tener tanto y a la vez sentir que no tienes nada?
La envidia, de por si es mala, pero hay maneras de verla de una manera no tan exagerada, por ejemplo: alguien que se gana la lotería, o encuentra trabajo, una envidia sana ( es solo una forma de decir porque en si ninguna envidia es sana), seria decir “que suerte, a mi me gustaría ganarme la lotería” o “ me gustaría poder encontrar trabajo así de rápido”, pero cuando tu respuesta pasa a ser “yo quiero tener su plata”, o “ yo quiero tener su trabajo”, todo el contexto de la envidia cambia, porque tu ya no estas queriendo tener lo que envuelve la situación , sino la pertenencia especifica de la otra persona.
Estar en la situación de ser envidiado tampoco es muy agradable, ya que tu comienzas a evaluar los factores de porqué la otra persona desea lo que tu tienes. En la envidia hay muchas razones que van más allá del deseo material sino también de cómo te sientes como persona, es por eso que en la envidia (1) “se mezclan emociones de naturaleza contradictoria, como por ejemplo, el deseo de tener lo que otro tiene, la admiración por lo que otro ha conseguido, el dolor por no tenerlo, la indignación por considerar injusta la diferencia que se observa o la incertidumbre por no entender a qué se deben las diferencias”.
Tampoco el que envidia se pone en el lugar del envidiado, por eso jamás sabrá, que este sentimiento, perjudica tanto al que lo siente como el que recibe todo lo que implica esto, como malas caras, miradas distantes, alejamiento, baja autoestima, porque sin querer la gente que envidia es por que se siente incapaz de algún día lograr o alcanzar lo que la otra persona tiene. Por eso la envidia es algo que de pequeño sin querer tu entorno o hasta tu propia familia te inculca, porque si tus padres desde un comienzo te hacen valorar tus logros, y resaltan que con respecto a tu trabajo obtendrás lo que mereces, nunca envidiaras nada, porque sabrás que tienes lo que mereces y lo que te has ganado desde un principio.
La envidia sana, o no, igualmente es envidia, y para poder combatirla solo tienes que valorar lo que tienes y pensar que algún día tendrás lo que quieres y necesitas, porque la gente que se esfuerza en algún momento, tarde o temprano ganara mas de alguna cosa.
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