domingo, 26 de agosto de 2007

Impresiones de mi trabajo social

Hoy 26 de Agosto del 2007, me dirigí por segunda vez al hogar de Ancianos, en el cual nuevamente cumplí el horario correspondiente de 9:00 a.m a 13:00 p.m.
En si las actividades no variaron mucho ya que ellos tiene programadas las actividades de cada día, y al ser siempre el dia en el cual vamos a colaborar, tenemos que ayudar con las mismas actividades, las cuales son entre 9:00 y 10:00 a.m, ordenar las mesas para el almuerzo y llevar a los abuelitos del comedor a la capilla para asistir a la misa que se desarrolla todos los domingos de 10:00 a.m a 11:00 a.m, terminada la misa, tenemos que regresar a los abuelitos al comedor, en lo cual nos tardamos alrededor de media hora, al termino de esto nos quedamos acompañándolos hasta las 12:00 horario en el cual ellos comienzan a almorzar, hoy fue un dia diferente, ya que una de las abuelitas del hogar estaba de cumpleaños, así que hubo mas comida, fue algo lindo, porque ellas te relatan sus tantos años de vida, y como lo han pasado en el hogar, es algo que en si te llena mucho, así que las acompañamos en la hora de almuerzo, en la cual yo decidí continuar alimentando a la misma abuelita, porque ya te acostumbras y así ella también toma mas confianza con las tantas personas que van a colaborar ese dia.
Terminada la hora de almuerzo, llevamos a una especie de sala de estar a la mayoría de abuelitos, porque había otros a los que los llevaban a sus respectivas piezas para descansar.
A mi me toco llevar a la cama a una, primero la acompañe al baño y luego ella me dio indicaciones de cómo recostarla y los pasos correspondientes para dejarla cómoda, justo apareció otra compañera en la habitación así que me ayudo porque cuesta a veces dejar bien a una abuelita siendo tu la única que la esta movilizando, creo que esta parte fue la mas conmovedora y me dejo claro que todos los domingos va a haber algo que me va a ir llenando mas con esta ayuda social. Todas las veces que tu ayudas aunque sea en lo mas mínimo a estos abuelitos, recibes un “Dios te bendiga” o “Que Dios te lo pague”, tienden a valorar cada una de las cosas que haces, y también te hacen pensar a ti cuanto valorar lo que tienes, hoy cuando terminamos de acomodar a esta abuelita, nos agradeció la ayuda y aparte se puso a llorar, porque estaba sola y de una u otra forma lo que tenía en el hogar era lo único que le quedaba. Es triste y a la vez emotivo, ver lo solas que pueden estar algunas personas pero acompañadas a la vez, porque claramente la necesidad de tener a sus seres queridos es inexplicable, pero lo mucho que te pueden llenar las hermanas que están ahí o las tantas colaboradoras y colaboraciones que le llegan diariamente es mucho mas sorprendente.
Claramente cuando me dijo eso, no pude evitar emocionarme y triplicarme las ganas de ir a ayudarlos los domingos, ver que con el simple hecho de acompañarlos los pones felices, ver que hay gente que los quieren y que de una u otra forma esta dentro de sus actividades cotidianas ir a verlos , y si esta en mi poder seguir ayudando lo voy a seguir haciendo.
Cada domingo supongo será mas placentero ir a verlos ya que de a poco los vas conociendo, y te vas haciendo mas responsable de cada uno de los abuelitos que están ahí.


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